Ayer, en forma inesperada llegó el cartero a casa en medio del diluvio que caía sobre Buenos Aires, y qué sorpresa me llevé, todavía no lo puedo creer, una amiga, Rosy, que conocí a través de un blog me mandó unas lanas increíbles, ya hacía un tiempo me había pedido mi dirección, y para Navidad me había mandado una postal muy cariñosa, pero lo de ayer fue totalmente sorpresa.
La verdad que ahora no tengo ninguna excusa para no tejer, pero voy a tener que seleccionar muy bien qué hacer con ellas, para no gastarlas en algo que después termine no gustándome o aburriéndome. Vamos a ver qué encuentro por el ciber espacio que me encante.
La verdad que ahora no tengo ninguna excusa para no tejer, pero voy a tener que seleccionar muy bien qué hacer con ellas, para no gastarlas en algo que después termine no gustándome o aburriéndome. Vamos a ver qué encuentro por el ciber espacio que me encante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario