El cajón de imprenta va tomando forma

En estos últimos meses si bien empecé algunas labores nuevas, me propuse terminar aquellas que tenía empezadas desde hacía mucho tiempo, como por ejemplo el cajón de imprenta que compré allá por el 2011.
La verdad que lo tenía en un rincón de casa llenándose de polvo a diestra y siniestra y en una caja montones de gráficos, tela Aída, un plano con todos los casilleros numerados y debidamente asignado su motivo, hilos, charms, detallitos de madera, en fin, de todo un poco, pero lo que no había eran ganas de ponerse a terminar todo aquello que tan pacientemente esperaba, hasta que la semana pasada tomé coraje, desempolvé el cajón y comencé a pegar cada cosa en su lugar, y fue quedando así:

Acá una vista general, la luz no ayudaba, pero se ve bastante bien el conjunto de casillas terminadas

Bordadora y encajera, ambas representando mis pasiones en cuanto a labores, si bien hay alguna más, esas dos se llevan los laureles en mi vida

Carretel de hilo antiguo, bordados: lana y aguja de crochet, bolillos, un rompecabezas o puzzle (lo más cercano a la idea del cajón de imprenta)

Un vestidito bordado tendido con brochecitos miniatura, gafas que necesito cada vez más para laborear, alfileteros, alfileres, maquinita de coser

Una encajera de carey que me regaló un amigo en Manzanares, y varios detalles más

Bolillitos miniatura que traje de Brujas, réplica de los auténticos bolillos belgas

Dedal que me regaló mi gran amiga Amelia Monreal, de Barcelona con la letra "A" de ella y mia, puesto como soporte de unas telitas miniaturas, recordando cuánto me gusta coser también

Dos almohadas típicas para bolillos, la redonda multiuso, y el cajón con el rodillo típico para hacer puntillas largas e interminables

Y esto se lleva todos los elogios de quienes lo ven, es una canastita miniatura, vestida con un broderí, y llena de lanas que acompañan un tejido muy chiquito, las agujas son 2 palillos cortados por la mitad, para que se den una idea del tamaño.

¿Les gustó? a mi me encanta, y cada persona que lo ve en vivo se queda un poco con la idea de que estoy loca, pero no saben la satisfacción que me da a mi hacerlo, además del ahorro en psicoanalista que tengo gracias a las labores y manualidades.