¡Por fin se acabaron las vacaciones!

Muchas dirán qué desagradecida, tener vacaciones y no disfrutarlas, pero es que no me gusta la playa, me resulta muy rutinario, nunca hay nada diferente para hacer, por lo que me aburre muchísimo, prefiero 1000 veces ir a lugares con montañas, lagos, ríos, es decir a la maravillosa Cordillera de los Andes, donde el paisaje cambia de un día a otro, porque se puede pasar de un día hermoso de sol a un amanecer nevado en las cumbres en un abrir y cerrar de ojos.

Llegué hace 1 semana de mis vacaciones inesperadas, o sea, me fui por 6 ó 7 días y como hace un mago que saca de la galera un conejo, mi marido me sacó una semana más, pero en compañía de mi suegra, o sea... que de vacaciones nada de nada... ¡que mal lo pasé! todo el tiempo teniendo que estar pendientes de ella, si íbamos a la playa había que decirle a qué hora volvíamos ¡qué se yo a qué hora voy a tener ganas de regresar!, a las 10 de la mañana ya había que saber qué íbamos a almorzar, a las 4 de la tarde saber qué cenaríamos, y para colmo ella no hacía ni las compras ni las comidas ¡por favor! esas no son vacaciones, ¡son una tortura infernal! pero por suerte como todo tiene su final ya estoy en mi casa, felíz y con muchas ganas de trabajar.

Por lo que mis vacaciones fueron para disfrutar mucho de mi nieta que vino con nosotros, así que dentro de todo esos 15 días fueron entretenidos por estar con ella más tiempo del habitual. Así que jugamos en el agua con diferentes tablas, baldecitos, y este artilugio que trajimos de Madrid en el pasado viaje y fue la sensación de grandes y chicos, aunque es para chicos el abuelo también lo probó.

Tuvimos la sorpresa de un artista callejero haciendo esculturas en la playa, como esta mamá rinoceronte con su bebé que se ven por detrás de Mia.

Y como verán ese amontonamiento de gente es parte de lo que no soporto en la playa, no lo siento como un descanso, sino como una mudanza de una ciudad atestada de gente a una playa también atestada de gente...

Y de paso hice labores varias, algo de tejido, algo de punto cruz, mucho crochet... en fin, que por lo menos ocupaba la cabeza y pensaba menos en las horas que faltaban para regresar a casa.

Frasquito de yogur forrado en crochet para guardar los cotonetes en el baño, y con los restitos de hilo "mini heladito" que quiso Mia

Estos son parte de un trabajo que estoy haciendo que en breve estará armado y lo enseñaré todo junto

Un busca tijeras rápido de hacer y que me vino muy bien, nunca mejor puesto el nombre, ya que al menor descuido la tijera desaparecía

Y alguna cosa de tejido, como un chal Saroyan, que me pasó mi amiga Menchu, pero que he fallado en algo, porque no cede bien en el cerrado de los puntos, y no me gusta, así que cuando solucione eso pondré la foto.

Espero que sus vacaciones hayan sido mejor que las mias, en el caso de las chicas de este hemisferio, y por supuesto las del norte con el frío imagino que estarán trabajando muchísimo más que nosotras.